EuroWire January 2018

Artículo técnico

▲ ▲ Los valores de medición son claramente visibles en el monitor de un sistema de procesador

El control puede ser efectuado por el medidor en frío o el medidor en caliente. Otros dispositivos detectan las “líneas de aire” en la fibra óptica y proveen los datos sobre la temperatura de la fibra óptica en la extremidad fría. Durante la producción, existe el riesgo de que una cierta cantidad de aire quede atrapada en la preforma la cual, durante el estirado, se convierte en bolsas de aire estiradas llamadas “líneas de aire”. Estas líneas de aire afectan a la calidad de la fibra óptica y, por lo tanto, se deben detectar. Los dispositivos de medición del diámetro convencionales pueden detectar solo el perfil externo de la fibra y no detectan las líneas de aire internas. Por esta razón, Sikora ha desarrollado un cabezal de medición que detecta las líneas de aire en la fibra efectuando 700 mediciones por segundo. Antes de aplicar las capas de acrilato en la fibra durante el proceso de revestimiento, la medición exacta de la temperatura de la fibra óptica es un parámetro importante. Para obtener una buena adhesión del revestimiento sobre la fibra, la temperatura de la fibra debería ser estable entre 40 y 75°C. Los fabricantes usan un gas inerte, el helio, para el

medir el diámetro y la posición de la fibra sin revestimiento. El cabezal de medición calcula la tensión a partir de la vibración de la fibra mediante análisis FFT (Transformada Rápida de Fourier). Los valores individuales de la posición de la fibra son presentados gráficamente por un sistema de procesador en forma de diagrama de dispersión y están disponibles a través de Ethernet. El diagrama de dispersión muestra la distribución de las variaciones a corto plazo de la posición de la fibra. El proceso de medición asegura una precisión de medición del diámetro de 0,05µm con repetibilidad de 0,02µm. 2.500 mediciones por segundo, con alta precisión en cada valor y un breve tiempo de exposición de 1,2µs, aseguran una precisión constante. En el extremo caliente del proceso de estirado (gama de medición de 500°C a 1.500°C) normalmente también hay un cabezal de medición para medir la temperatura de la fibra óptica. Este cabezal ofrece un parámetro de proceso importante para controlar el horno. Un segundo cabezal de medición basado en tecnología láser mide el diámetro en frío de la fibra óptica y su rotación después del enfriamiento y antes de aplicar el revestimiento de acrilato.

usando tecnologías de medición y control innovadoras en fases de producción distintas. La producción de una fibra óptica inicia con la preforma. La preforma se produce mediante deposición de vapor químico y está disponible en forma de varilla de vidrio de 30-200mm de diámetro. Durante la primera fase de producción de la fibra, se calienta la preforma en un horno de inducción a una temperatura de 2.100°C. Una nueva tecnología desarrollada por Sikora, basada en ondas milimétricas, no solo puede ayudar a medir el diámetro y la posición de la preforma que queda por encima del horno, sino que también puede distinguir vidrios dopados de manera diferente. La fibra óptica se obtiene estirando el vidrio fundido. Entonces, la fibra suele tener un diámetro de 125µm. Después del enfriamiento, se aplica a la fibra óptica un revestimiento de acrilato (coating) que se endurece con luz ultravioleta. Este revestimiento protege la fibra óptica contra daños mecánicos y permite doblar la fibra. Luego, se enrollan las fibras en carretes para los tratamientos sucesivos. Normalmente, se pone un primer cabezal de medición basado en tecnología láser debajo del horno de estirado para

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